jueves, 7 de marzo de 2013

Mujeres

Mujeres, las hay rubias blanquísimas con ojos como cielo, morenas prietas con un pelo rizado que vuela al viento, morenas que quieren ser rubias y blancas que quieren ser morenas, hay mujeres altas y espigadas, altas desgarbadas, bajitas y sonrientes, patuchas y regordetas, gordas, flacas, altas, bajitas, esto en cuanto a lo físico, por dentro es mucho más complejo, hay mujeres despiadadas en el trabajo pero sumisas en su hogar, las hay malvadas, exhibicionistas, mojigatas, dulces, enamoradas del amor, amargadas, enamoradas de imposibles y decepcionadas del amor.

Hay mujeres que nacieron con la orfandad de padre, teniendo que convertirse en hermanas-madres de su familia, no estudiaron porque el trabajo es el que paga las cuentas y los colegios de los más pequeños.

Hay mujeres que soportan las infidelidades públicas, gracias a sus infidelidades en privado; esas que tienen un esposo guapo y exitoso, que las llevan a todos los eventos sociales, se toman las fotos con ellas, pero también están al tanto de sus amantes fijas y variantes, deciden callar y seguir con esa vida, porque ellas también tienen sus aventuras en cada viaje de trabajo y disfrutan el papel de víctimas abnegadas, puntal de fortaleza para los ingenuos y mujeriegos esposos que las miran con tristeza y admiración imaginando que ellas sufren en silencio guardando la compostura correspondiente.

Hay mujeres que nacieron teniendo todo lo que cualquiera niña sueña para su vida adulta, una casa gigante con miles de habitaciones, piscina y vista al río, sienten que su mundo es perfecto porque los viajes y el lujo son sus compañeros diarios; esas mujeres que se casaron con el chico más guapo de la universidad quien ahora tiene el mejor puesto en el banco más prestigioso de la ciudad donde viven, está enamorado de ella, le es absolutamente fiel, sus hijos son rubios y tiene "la parejita", esas que a pesar de subir mil libras durante el embarazo, no tienen celulitis y nunca pisan un gimnasio.

Hay mujeres cansadas de vivir, decepcionadas de las promesas de amor que nunca les cumplieron, cansadas de llorar todas las noches esperando esa llamada del hijo que partió a otro país buscando trabajo y nunca más se acordó de escribir o llamarlas, esas que están convencidas que no nacieron para ser felices.

Hay mujeres que no se rinden, que abandonaron la vida de la forma cómoda que conocían y se lanzaron al mundo, convencidas de su valor y aunque llenas de temor a ratos, van superando cada obstáculo queriendo ser un referente de fortaleza para su descendencia.

Hay mujeres atrapadas en una sociedad que no está lista para ellas, aquellas que se sienten atrapadas en el cuerpo equivocado, enamoradas de su mismo género, sufriendo prejuicios y luchando por su derechos, saliendo a batallar todos los días para que el mundo se parezca un poco a lo que ellas quisieran.

Hay mujeres que llegan para quedarse, no tienen que ser hermosas, ni siquiera guapas, pero tienen claro sus objetivos, son de carácter fuerte, no se alienan, mujeres perseverantes, su personalidad llama la atención en el lugar donde están, aquellas, que las mujeres quieren como amigas y todos los hombres están enamorados.

Hay mujeres cuya maternidad las realiza, sus besos curan las heridas de los hijos pequeños, sus abrazos ayudan a superar las decepciones de la vida cuando llegan las hijas adolescentes contando mal de amores y sus palabras nos recuerdan el valor que tenemos cuando de adultos recurrimos a ellas buscando consuelo.

Hay mujeres dulces, alegres, amargadas, tristes, decepcionadas, ilusionadas, que aman demasiado o que se les acabó el amor. Están en todas partes, lo importante es que cuando las conoces, nunca la olvidas.

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