jueves, 21 de marzo de 2013

Madre e Hija

Parada en el marco de la puerta Madre la mira y admira, es una pequeña mujer en construcción, creciendo cada día, alejándose de la niñez. Madre escucha atenta, Hija acaba de inventar un cuento, le comenta de sus personajes llenos de magia, hermosas princesas con bellos trajes y sus ojos llenos de ilusión no dejan de brillar, quiere ser una escritora famosa aunque puede ser una bailarina también, lo que tiene claro es que será una artista, así lo dice y Madre sonríe, se emociona y le dice que así será, que ella va a lograr todo lo que se proponga. Hija ha heredado mucho de ella, sin embargo es única e irrepetible.

Hija es hermosa, es una versión mejorada de Madre, unos ojos alegres y verdosos, un cabello castaño con hilos de oro que brillan bajo el sol, dos hoyuelos que se notan cada vez que sonríe y lo hace muy a menudo, unos dientes pequeños, otros grandes, unos que están por crecer y otros por caer, se emociona porque cada diente que cae es un peldaño más hacia la vida adulta que tanto espera.      

Madre la ama infinitamente, recuerda las veces que rezó, lloró y maldijo porque no llegaba Hija y empezaba a perder la fe; Hija se hizo esperar, una noche mientras madre revisaba algo que había caído en la basura, casi descuidada, logró ver esa prueba de embarazo hecha en la mañana y al revisarla, los resultados habían cambiado: Hija venía en camino!!!

Fueron hermosos meses llenos de ilusión, todavía Madre recuerda la primera vez que se vieron, lloraron y gritaron las dos, estaban juntas luego de tanta espera, todos estos años pasando y Madre la mira ahora, tan pequeña todavía, llena de ilusiones, sonriente, es imposible no amarla, Hija tiene un ángel que hace que todos regresen a verla y la adoren apenas empieza a gesticular mientras habla, dueña de una risa contagiosa y un temperamento temerario, heredó lo radical y extremista de su madre, pero es mejor, ella es mucho mejor.

Madre quiere parar el tiempo, quiere que Hija siempre sea como en este momento, suya, totalmente suya, sabe que debe formarla para que pueda volar y no quiere, siente que son ellas contra el mundo, han creado un mundo lleno de complicidad, de risas, de miradas sin palabras, con explosiones de enojo y luego lluvia de abrazos, lágrimas y miles de te amo; No quiere que las cosas cambien, pero el tiempo se encargará que Hija empiece a volar sola, pero hasta que llegue ese día Madre sigue atenta a las historias, los cuentos y novelas creadas por Hija, sigue sonriendo y la abraza mucho para cerrar su historia.


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