El tiempo pasa lento cuando eres joven y acelera su ritmo apenas la colina de la vida empieza a declinar. Nos permite vivir experiencias irrepetibles, conocer personas que se vuelven entrañables y en uno de sus giros, todo lo vuelve pasado.
La vida puede darnos soledad, calma, perspectiva, angustia y alegrías, dependiendo de nuestras decisiones. Muchas veces pedimos tiempo a gritos y otras tantas nos sobra, todo depende del lugar y la compañía.
Un beso, un abrazo, puede paralizarlo todo. Por ese tipo de personas, vale la pena cada minuto de vida, son esos momentos mágicos, donde el tiempo se detiene, se vuelve nuestro amigo y todo lo que pase se registra para siempre en nuestra memoria.
No permitas que el tiempo se convierta en un efecto fugaz, que la vida pase delante y tan rápido, que no puedas detenerte a disfrutar un poco de lo bueno que tiene, no pierdas la oportunidad de hacerlo tu amigo.
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