Está cansada, se le terminaron las fuerzas, se quedó vacía, lo amó hasta la última gota de su paciencia pero ya se terminó, ya no aguanta más sus vaivenes emocionales y su inseguridad, su falta de tiempo terminó y desgastó todo.
Las frases repetitivas, las exigencias de comprensión, la actitud derrotista y las pocas ganas de iniciar un proyecto juntos la agotaron. Le da pena, quería quedarse ahí con él, pero nuevamente le toca levantar el vuelo, nuevamente prepara maletas, guarda las sonrisas y los poemas, dejando en el suelo los "quiero pero no puedo", se arregla el pelo, se pone un vestido negro porque hoy está de luto, porque hoy murió su esperanza en esta relación, hoy aceptó que no hay nada que hacer.
Hoy le dice adiós sin lágrimas, ya las agotó todas, ya se murieron sus sonrisas, él se las devolvió y él las mato. Nuevamente va a empezar, con unas heridas adicionales, con el corazón medio lastimado pero sonríe un poco y piensa que en algún lugar está esperándola su verdadero amor, en el momento menos esperado llegará a su vida esa persona que siempre encontrará tiempo para ella, aquel que sólo vivirá para hacerla sonreír y quien la tendrá como prioridad. Esta vez está segura y la idea la tranquiliza.
Alta, con piernas eternas saliendo del vestido, se sube en unos tacones, segura y altiva que esta vez no mirará hacia atrás, rompe el retrovisor y sólo se proyecta hacia el futuro que aunque incierto, es mejor que el pasado ya conocido.
Nada es por casualidad, todo siempre pasa por causalidad, todo está perfectamente diseñado para que la finalidad última sea la felicidad, se lo repite y encuentra calma.
Ella a decidido ser feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario