sábado, 17 de septiembre de 2016

Hora de limpiar

Mis libros, están llenos de polvo, paso un dedo por la estantería y pienso que debería limpiar, quitar ese velo de mugre que los está cubriendo, pero sigo andando, voy a la cocina por un poco de agua en esta casa que ya no es mi casa.

Camino a veces en la oscuridad, sólo para ver si puedo recordar el lugar de las cosas sin necesidad de la luz; pocas veces tropiezo, los muebles nunca cambiaron, al igual que quienes habitan aquí, sólo yo cambié.  Todo está igual que cuando lo dejé, sin embargo, es tan diferente ahora, veinte años después.

De repente, avanzando por los pasillos, tropiezo con vestigios de la vida que tuve fuera, y siento ganas de llorar. El tiempo me ha puesto en un laberinto que me lleva al pasado. Recuerdo cuando era pequeña y después de alguna pesadilla de monstruos, sólo sentía consuelo en brazos de mi madre, a veces, en este viaje por el tiempo, vuelvo a los días felices cuando patinaba con mi abuelo en el parque. Luego avanzo un poco más, y regreso al presente. Horrible. 

He decidido vivir con el tiempo en la espalda, no quiero percatarme de su velocidad, por eso no uso reloj, ni me miro en el espejo. Siento que todo va sucediendo demasiado lento. Busco incesantemente la puerta de salida. Nunca la encuentro.

Descubro ventanas pequeñas por donde entra cierta luz, unos días más que otros. Quiero huir. Quiero gritar. Sólo puedo llorar en silencio. Mi voz se apaga.

Tomo agua y suspiro en la oscuridad, enciendo un cigarrillo, sólo para ver la luz del fuego al otro extremo, diecisiete años fumando y es lo único constante en mi vida. Un polvo ceniciento también me cubre, no se nota, pero lo siento perfectamente, me estoy convirtiendo en un mueble más de este lugar donde los relojes no sirven, y los minutos dejaron de avanzar.

Busco un trapo, creo que es hora de limpiar.


3 comentarios:

  1. Un texto desgarrador, transmite a la perfección esa soledad, buscada o no, que la ahoga, esa sensación de abandono de la vida, un libro lleno de polvo más. Muy bien. Saludos!!!

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  2. Ese sentimiento... Sí, es un relato de lo cotidiano que tantas veces puede ser más abrumador e intenso que la más pura de las ficciones. Un saludo y gracias por el buen rato!!!

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