martes, 21 de octubre de 2014

La buena esposa

Como una contorsionista lucho hasta poder subirme el cierre de este vestido negro, nunca ajustado, porque mi rolliza barriga dañaría el impacto visual, lo espero con ansias. Mantener enamorado a un hombre por más de veinte años no es tarea fácil, peor cuando el esposo es extremadamente guapo y una, bueno, una tiene su encanto, pero hay mucha competencia fuera. Paul mide metro ochenta, tiene ojos negros profundos cubiertos ligeramente por los párpados, esto le da un aire de misterio irresistible, barba espesa con ligeras canas que sólo acentúan su hermosa sonrisa llena de dientes grandes y blancos. Pese a tener cuarenta y cinco años no ha perdido ni una hebra de cabello, sigue teniendo su ondulada melena cayendo ligeramente sobre su frente y llegando hasta el borde final de sus ojos, tapando las incipientes arrugas. Es atlético por herencia genética porque su relación con el deporte se reduce a ver fútbol los domingos.

Ya estoy lista y bajo las escaleras para revisar el ambiente. Las flores le dan un cálido aroma a nuestra casa, he puesto velas desde la entrada hasta nuestro comedor, el piso de madera brilla bajo esta luz tenue. Todo es perfecto. Él ha tenido semanas muy estresantes, demasiadas reuniones que lo dejan agotado y el secreto de una buena esposa para mantener enamorado a su marido es ser comprensiva y yo lo he sido bastante.

Recuerdo hace algunos años, cuando luego de comprarle a Paul un boleto para que vaya a Miami a una exposición importante para él, en un acto de insólito atrevimiento de mi parte, llevada por una malsana curiosidad, revisé su cuenta de correo electrónico y me topé con un escandaloso intercambio de correspondencia sexual entre él y una antigua colaboradora suya que ahora vive en Miami, quien lo iba a recibir en su casa y en su cuerpo apenas él llegara. Fui comprensiva, yo estaba trabajando demasiado en esa época y no le daba toda la atención que él necesitaba. Una buena esposa siempre sabe reconocer sus errores. Además Paul me ama, por eso, apenas notó que yo había leído su correspondencia me gritó muy fuertemente por mi comportamiento, pero gracias a su profundo amor y generosidad, me perdonó y no viajó, se quedó conmigo, pero bueno, eso es pasado. Hoy ha sido un largo día. 

-Katty, ya llegué, ¿dónde estás amor?

Salgo rápido de la cocina, me rocío perfume y salgo a su encuentro, una buena esposa, siempre sale a recibir a su esposo y jamás, debe oler a especies de cocina.

-Paul, cariño, tengo la cena lista. Ya la tina está preparada para que tomes un baño y te relajes antes de comer. ¿Quieres un masaje? 

-No Katty, gracias. Ya subo a bañarme...No entiendo porque Laura no contesta el maldito teléfono, la he llamado toda la tarde desde que retiré el móvil del taller, espero que no se le ocurra empezar a mandar mensajes a esta hora. Uno de estos días todo se va a fastidiar. Mujeres, mal con ellas, peor sin ellas.

Hoy ha sido un día largo. Gracias a que soy una de las directoras de la empresa donde trabajo, puedo manejar mis tiempos, pero con lo de hoy, es momento de cambiar de ambiente. Espero que Paul esté contento con mis planes y los acepte, además, donde esté yo, estará el dinero, así que no creo que él tenga mucho que objetar.

Soy una buena esposa. Dócil y comprensiva pero no una débil mental como mi maravilloso y guapo esposo piensa, aunque es bueno que lo siga pensando. Débil mental e ingenua, Laura, pobre chica, ¿cómo pudo creer que iba a divorciarme? ¿cómo pudo aceptar venir hasta aquí a recibir las llaves de mi casa? realmente esa chica estaba enamorada de Paul, por otro lado, gracias a que yo por una "torpeza involuntaria" de mi cuerpo, dejé caer hace dos días su celular, sabía que ella no podía comunicarse hoy con él para contarle de mi cariñosa invitación de rival derrotada. Recuerdo su cara cuando le abrí la puerta y le hice un recorrido por la casa, no podía creerlo, realmente ella estaba feliz y confiada. Tampoco olvidaré su cara de niña ingenua cuando se tomó el jugo preparado con hierbas de la amazonía lleno de un veneno letal e inmediato. Linda chica. Una pena.

Una buena esposa, nunca cansa a su esposo contando aburridas historias de su trabajo, ni de sus quehaceres domésticos. La vida del esposo y su trabajo son lo más importante.

-Katty ¿Cuál es la ocasión? ¿Por qué velas? ¿Cocinaste?

-Porque estoy enamorada de ti, porque te amo y sí, cociné una carne especial de una receta nueva. Te va a encantar

Como soy vegetariana, preparé una ensalada para mi, toda la carne era sólo para él. Cenamos felices, brindamos muchas veces por nuestro amor que sigue avanzando a pesar de los años y se fortalece gracias a la confianza y el respeto que nos tenemos. Le cuento que he hablado con la compañía y me han aprobado el cambio a Argentina, como soy una esposa que vive pendiente de su marido le cuento que también he hablado con tres galerías que estarán dichosas de tenerlo como artista permanente. Primero duda, no le hace gracia la idea, pero nada más atractivo para un pintor que cambiar de ambiente. Creo que él también quiere dejar la ciudad atrás.

Salimos al patio a fumar un poco y tomar café.

-¿Vino el jardinero hoy? ¿Por qué está toda esa tierra removida?

-¡Ay precioso, me descubriste!. Soy una romántica y he querido plantar un pequeño árbol de acacia, sabes que las flores amarillas son mis favoritas.

-No entiendo cómo te das tiempo para trabajar full time, cocinar y hasta ¡plantar un árbol! todo hoy.

-Bueno, sabes que soy buena con el cuchillo...me gusta mucho cocinar y hoy, es un día especial, porque cerramos un círculo y abriremos otro en Argentina. Sólo tu y yo, como siempre. Como ha sido durante todos estos años... ¿Te gustó la carne?

-Sí, estaba particularmente buena, ¿Qué le hiciste?

-Lo que toda buena esposa debe hacer, para que su esposo siga con ella para siempre.











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